lunes, 5 de septiembre de 2011

Alcoholismo...cuando los vasos se multiplican

"Tome un vaso de vino todas las noches durante la cena, hace bien al corazón" frase que resuena en distintos consultorios médicos, charlas de amigos y compañeros de trabajo.
Es que ese consejo es sano y fácil de comprobar . Un vaso de una bebida alcohólica es un gusto que la persona se puede dar y que encima, en el caso del vino, hace bien a la salud.
Ahora..¿qué pasa cuando ese vaso se multiplica y el tiempo que pasa entre uno y otro es cada vez menos? ¿Cuando el sueldo se va en bebidas alcohólicas?, ¿Cuando la persona vive por y para el alcohol o cuando las relaciones interpersonales empiezan a quebrarse? la respuesta a todas estas pregunta se resume en una sola: esa persona se transformo en un alcohólico.
La adicción al alcohol viene de la mano de una gran cantidad de problemas de todo tipo, de salud, económicos, personales y laborales. Todos estos mezclados generan quiebre en la personalidad del individuo que consume.
La percepción de la realidad se distorsiona, los estados de ánimo cambian y los conflictos están a la orden del día.
La persona se vuelve inestable, niega que lo que está viviendo a parte de ser una enfermedad es un verdadero problema.
La negación es uno de los puntos por los que la mayoría de los adictos pasan. Asumir que lo que están viviendo está terminando con sus vidas en todos los sentidos es uno de los procesos más difíciles y largos para los adictos.

Fuente: Alcoholismo 

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