Observar la conducta del adolescente es fundamental. Los padres deben estar atentos a los signos más simples como a los más complejos. Desde el olor del aliento o la ropa, hasta los cambios de humor sin dejar de pasar por las actividades que hace fuera del hogar.
El rendimiento escolar, la falta de motivación para estudiar y formarse, pueden dejar cabos sueltos a los que los padres deben prestar atención.

La poca o escasa participación social, los problemas con su grupo de amigos o compañeros de colegio datan de algún cambio o situación que esta presentando el adolescente mediante alguna forma de expresión.
Ante cualquiera de estas situaciones los padres deben actuar con cautela pero sin dejar de lado que las adicciones son temas que deben ser tratados con urgencia para impedir que la enfermad termine con su hijo.
Pedir ayuda profesional y médica es fundamental. Hablar con personas o familias que hayan pasado por una situación similar, informarse sobre los lugares y centros de rehabilitación es necesario para emprender el camino de la recuperación.
Fuente: Fundación Manantiales
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